Con causa en el daño de la imagen, Riot se ha puesto manos a la obra para terminar el acuerdo que firmaron con la empresa de criptomonedas, la cuál se notificó quebrada el pasado mes de noviembre.
FTX, se declaró en bancarrota luego de que su adquisición por parte de Binance se cayera, y esto por supuesto, trajo consigo grandes consecuencias en el mercado financiero, pues gracias al negocio de las criptomonedas, estaban muy bien posicionados en el mercado bursátil.
Entre la gran cantidad de inversiones que hicieron, dos de ellas fueron relacionadas a los esports. Una con TSM y la otra con la LCS. TSM anunció que parte de su nombre lo tomaría la empresa, pero por cuestiones legales, la liga no podría mostrar su nombre en la competencia, pese a que el equipo si lo llevara en el nombre. Lo siguiente que sucedió fue un hecho curioso, pues FTX se convirtió en patrocinadora de la competición, por lo que ya no solo TSM pasaba a portar su nombre, sino que ahora la competición, también recibía dinero de patrocinios por parte de la empresa de criptomonedas.
Ahora, por las cuestiones relacionadas a su bancarrota, Riot inició una demanda alegando un daño a la imagen de su empresa que no habrá forma en la que FTX pueda arreglarlo.
Actualmente, FTX tiene una deuda de 6,25 millones de dólares con la empresa, la cual ascendería a 12,8 millones el año siguiente. El contrato que firmaron fue de un total de 96 millones de dólares, y la cifra que FTX iría pagando a Riot, aumentaría cada año hasta llegar al 2028, fecha final del acuerdo.
Uno de los argumentos principales de la empresa es que a Sam Bankman-Fried, dueño y fundador de FTX, se le pudo ver jugando al Lol, mientras su organización se iba a la quiebra.
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